REVESTIMIENTO INTERIOR:
Los revestimientos interiores pueden
ser de diversos materiales como: yeso-cartón, madera, fibrocemento y cerámicos,
entre otros. En su elección, se consideran aspectos estéticos, de mantención,
costos, plazos de instalación y condiciones ambientales interiores de algunos
recintos, como por ejemplo, revestimientos resistentes a la humedad (RH) en
cocinas y baños, resistentes al fuego (RF), y/o que ayuden a la aislación acústica en determinadas condiciones
(viviendas pareadas en primer o segundo piso).
Estos revestimientos interiores
sirven como base para un acabado decorativo, el cual junto con dar la
terminación definida por el proyecto, protege al revestimiento. Pueden ser
productos como papel mural, pinturas de distintos tipos y barnices, entre
otros.
PREPARACIÓN DE LA BASE:
Las bases que reciban los
revestimientos y paramentos deben reunir ciertos requisitos:
• Contar con la estabilidad
suficiente para resistir el peso del revestimiento y, particularmente en el
caso de los paramentos (tabiques), soportar el roce o esfuerzos que
eventualmente puedan ocurrir por instalación de muebles u otros elementos.
• Control geométrico de paramentos
interiores, como igualmente del conjunto de elementos que conforman el
entramado del segundo piso o del complejo de techumbre (solución de tijeral o
cercha), de forma de asegurar las tolerancias especificadas por el proyecto y
que no afecten la colocación y fijación de los revestimientos definidos por
especificación.
TIPOS DE REVESTIMIENTO
INTERIOR:
Madera maciza: son aquellos que utilizan elementos, simples o compuestos, de madera maciza.
Entablados: a base de tablas y tablones de madera de distintos espesores, longitudes y escuadrías,
lisos, machihembrados y traslapados, en
disposición vertical, horizontal o
diagonal. Cepillados o sin cepillar, no tienen
por qué exigir un acabado superficial con exigencias de conservación inferiores a los revestimientos
exteriores al estar en ambientes de
condiciones más estables y protegidas.
Dependiendo de su disposición y acabado superficial
pueden aumentar las propiedades
intrínsecas de acondicionamiento
acústico del material.
Tableros de alma enlistonada: formados por un núcleo de listones de madera maciza, anchura entre
24-30 mm., encolados entre ellos y
recubiertos por una o dos chapas de
madera (tres y cinco capas respectivamente), colocándose las direcciones
de las fibras perpendiculares unas a las otras. Este núcleo puede estar formado por chapas
(espesor 5-8 mm.) de madera de corte
rotatorio encoladas. Se utilizan
fundamentalmente para mobiliario pero son adecuadas para laboratorios, clínicas y escaleras.
Tableros de 3 y 5 capas de madera maciza: Capas de madera blanda encoladas de espesor variable
según el tipo de tablero, donde la
dirección de las fibras de capa a capa
varía 90º con respecto a la anterior.
Así si se disponen con márgenes de separación entre las tablas y trasdosados de absorbentes acústicos
(tipo lanas de roca, mantas e fibras
vegetales o animales) se construyen
paños acústicos. De igual modo la madera sin cepillar aumenta sus capacidades acondicionadoras
(como los utilizados por Jorn Utzon en
el edificio de exposición de mobiliario
Paustian en Copenhague, donde al tablón de
madera cepillada le suma la creación de un relieve con un listón tapajuntas que mejora sus cualidades
acústicas).
Tableros alistonados: listones de igual o diferente longitud encolados entre sí.
Tableros ensamblados: formadas por tablas
machihembradas o lengüetadas ensambladas y encoladas
Tablero contrachapado: Chapas encoladas con alternancia en la dirección de las fibras. Según el tipo
de tablero y sus requerimientos llevan diversas
colas (resina de urea formaldehído,
resinas fenólicas, resinas de formaldehido,
resinas resorcinol, etc.). Las juntas entre tableros pueden ir a media madera o con lengüeta.
Tableros compuestos: en ellos entran una gran diversidad de tipos de tableros ofrecidos por el mercado.
Se caracterizan por la mezcla de
diversos materiales inorgánicos con madera:
Tableros madera-cemento: a base de partículas de madera unidas con cementos hidráulicos mediante
presión. Pensados inicialmente para
pintar, ya que su acabado no es uniforme,
han sido utilizados por las cualidades de su aspecto. De gran dureza y rigidez, a de tenerse en cuenta su
bajo comportamiento como acondicionador
acústico, ya que presentan una
superficie lisa y reflectante. A de considerarse su coeficiente de dilatación en la unión
entre tableros.
Tableros madera-yeso: papel yeso y diversas variantes de cartón o yeso. a base de partículas de madera
unidas con yesos hidráulicos mediante
presión.
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